Es particularmente efectiva cuando se elaboran cervezas de alta densidad con una gran cantidad de molienda, cervezas elaboradas con altos porcentajes de maltas especiales y cervezas de trigo y centeno. Se emplea en rangos que van del 2% al 5% del total del peso de maltas y cereales, y se agrega directamente al macerado antes de filtrar.
Puede ser utilizada como base para todos los estilos de cerveza.